miércoles, 24 de octubre de 2012

Día 10 | Sarria - Arzúa


Vaya etapa, que diversión, que trepidante y sobretodo, que bonita...

Salimos a las 08:15 de la mañana Rubén y yo, cuando aún era noche. Avanzamos con nuestras luces portátiles y nos incorporamos al Camino. Al principio nos tocó arrancar por la nacional, pero fue despiste nuestro pues el Camino discurría paralelo y un poco más bajo a la misma, pero no lo vimos. Más adelante encontramos otra entrada y ahí si que nos unimos al auténtico Camino. El ascenso medio a oscuras a través de un bosque cerrado de creciente pendiente nos obligó a poner pié en tierra y subir empujando nuestras bicis. Ya arriba la vista era espléndida: un verde campo bañado por tenues rayos de sol daban al cuadro una gran belleza y nos ponía en antesala de lo que iba a ser el día de hoy.

Estábamos en la Galicia profunda, y eso significa naturaleza, olor a campo y un salpicón de pueblos que hacen más amena la travesía. En estos inicios conocimos a Miguel, un barcelonés que viajaba con sus tres pequeños perros. Que buenos y graciosos que son... Estuvimos un rato charlando con él y luego reanudamos la marcha.

Todos los senderos, campos, concentraciones boscosas que cruzábamos, todo parecía sacado del cuaderno de un brillante estudiante de bellas artes...

Más tarde Santiago se quiso entretener, y nos regó desde los cielos durante un buen rato, de forma generosa que se incrementó a nuestra llegada a Portomarín. Allí decidimos parar a tomar un café y dar tiempo a que escampara, y así fue, aunque mientras nos tomábamos ese café hice un amigo perruno que ante mis caricias decidió demostrarme su afecto sacudiéndose el agua sobre mi. Gracias pequeño desconocido...

Posteriormente hice una foto a la fachada de la iglesia de dicha población. Es importante comentar que antaño el pueblo se encontraba en lo que hoy es el embalse, y que la iglesia no era una excepción. Numeraron cada piedra y la subieron a la parte alta reconstruyéndola siguiendo el orden numérico. A día de hoy se siguen pudiendo ver dichos números en algunas de las piedras. Allí también conocí a Jhon, de San Francisco, un simpático amigo que nos hizo varias fotos. Ha sido un placer conocerle y compartir conversación con él. ¡También saldrá en el video!

Proseguimos la andadura y a media etapa Rubén quería parar a comer. Allí me despedí de él y le deseé suerte en su aventura. Yo tenía que seguir hasta Arzúa y el se quedaría en Melide.

Cambié de ritmo y comencé a darle brío al pedal. Ascensos duros pero hermosos, descensos bellos y bien acondicionados que hasta yo con mi bici podía bajar sin peligro. Una montaña rusa que desbordaba diversión. Que placer amigos, de corazón lo digo. Era un no parar. Cruzaba ríos cargando con la bici encima, o a través de un sendero de piedras, o ascendía por cuestas de pura roca, o serpenteaba por sendas llenas de erizos con sus castañas en el interior, charcos, surcos, hendiduras, ramas, raíces, que pasada...

Pasaba saludando alegremente a la gente y en una cuesta me encontré con una excursión de niños que iba haciendo el Camino, los pobres iban reventados pero me resultó muy gracioso escuchar sus comentarios cuando los adelantaba, y más cuando les dije que venía de Francia, y es que me miré a los piés mientras avanzaba vi que iba rebozado en tierra. No era barro, era tierra negra, oscura. Iba lleno de mierda hasta arriba pero lo estaba disfrutando.

Finalmente conocí a Kris, de Dinamarca. Mañana es su cumpleaños y quiere celebrarlo llegando a Santiago. El año que viene quiere venir con su novia en bicicleta, espero que lo consiga y lo disfrute tanto como yo...
Hoy la lluvia no me ha mojado, me ha bendecido con su presencia, con un suave manto de agua que los frondosos bosques se encargaban de parar a mi paso. Hoy me he quitado el casco y he bebido de esa lluvia. La aventura está terminando pero no quiero dejarme nada, ni siquiera el sabor de las nubes.

Hoy ha sido un gran día. Mañana visitaré la gran Catedral y comenzaré mi viaje hacia Muxía. Quedan tres días amigos, disfrutemos juntos de ellos...


- PERFIL DE LA RUTA -
| Ruta al 100% - Trackeo completo |


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Zonas oscuras de tránsito obligado.

Un prado de verdad.

Fuente del peregrino. Estaba muy descuidada.

Un hórreo, típica construcción gallega.

¡Campo de maíz!

Dos peregrinos que venían desde Villafranca del Bierzo a caballo.

El Camino ya siempre está envuelto de robles, pinos o castaños.

Pequeña plaza de pueblo.

Uno de los múltiples puestos del Camino donde coges lo que quieras y dejas la voluntad.

Senderos de los realmente divertidos.

¡¡ A tope !!

Mirad la anchura del paso...

Hormiga gigante.

Y sus hermanas...

Este es Miguel. Qué buena compañía lleva...

Punto donde la gente deja, de forma espontánea, algo personal. Los hay demasiado cerdos que dejan cosas demasiado personales...

Café & Avellanas, un clásico en las etapas diarias.

Embalse de Portomarín. Donde hay agua hoy antaño había un pueblo.

Iglesia de dicha población.



Mil y un senderos, todos similares, todos perfectos.

1 comentario:

  1. A través de este magnífico relato, nos hacemos una perfecta idea de la estupenda etapa que has recorrido hoy.
    Envidia me das, cuando describes esos fantásticos paisajes que vas dejando atrás.
    Suerte.
    Salu2

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