Hoy nos habíamos propuesto hacer algo diferente, una actividad que fuese distinta a lo realizado hasta ahora. Habíamos salido a hacer senderismo, a andar en BTT, a correr, a hacer Raid, pero... ¿habíamos salido a hacer monte a través? NO.
Podemos definir monte a través como una excursión a la montaña donde no seguimos los caminos, si no que los improvisamos. Más o menos ir de A a B sin seguir los senderos de montaña, si no metiéndonos en el sarao de subir y bajar por desniveles intentando marcar rutas rectas. Es más duro que hacer senderismo y raid, pues está la dificultad de la propia geografía del terreno, aunque es más lento pues a veces hay que "zambullirse" en densas masas de vegetación. El ritmo de avance no es constante, por lo que a veces hay picos de ritmo elevado y otras veces el ritmo casi se estanca al intentar traspasar esas barreras naturales que arbustos o rocas nos ponen en nuestro "camino".
El día comenzó temprano, el plan era preparar la comida y llevármela para así aprovechar al máximo la salida. Mientras tanto último repaso al equipo: camel llena, linterna de mano, linterna frontal, chubasquero, polar, dos baterías extra para el móvil, ... Y yo llevaría puesta mi camiseta térmica, gafas, cortavientos con reflectantes, mallas largas (muy importante, pues aún con todo me he rascado y pinchado las piernas), y mis zapatillas deportivas de raid. Además, los guantes de verano de la bicicleta, pues sabía que me harían falta.
Una vez que coroné la primera montaña descendí al pueblo que había a un par de kilómetros por unas zonas un tanto "peliagudas". Finalmente crucé el pueblo y ahora si, empezaba el monte a través. Salí del sendero hacia un alto situado a mi izquierda y avancé entre vegetación de monte bajo. Llegó un punto donde ya no había posibilidad de seguir caminando, había que trepar. Me puse los guantes y me dirigí a las rocas, y comencé a escalarlas agarrándome a ellas y salvando el paso una tras otra. ¡Era genial, era súper divertido!
Cuando llegué a la parte alta vi que a unos 20 metros discurría un sendero por donde, casualmente, pasaban dos ciclistas. Cuando me vieron aparecer por donde lo hacía se quedaron algo extrañados, debieron de pensar que estoy como un cencerro y razones no les faltan.
Proseguí el avance, esta vez siguiendo un poco del sendero, y vi que había otra montaña cerca y el sendero bajaba estrepitosamente hacia una zona llana. La decisión estaba clara, a lo alto de esa montaña y luego ya veríamos. No he parado de saltar, saltos de piedra en piedra, agarrándome a los árboles y arbustos para poder bajar con cierta seguridad y para ayudarme en las subidas, me lo he pasado en grande. He de decir que no llevaba ruta alguna planeada antes de salir, pero es que ese es el mayor divertimiento del monte a través, ¡improvisar el avance!
Con posterioridad he parado a comer, y luego ya he proseguido el camino de vuelta. Ha sido una experiencia muy interesante que repetiré próximamente, aunque si que es cierto que es necesario llevar más equipo y sobretodo tener mucho cuidado. Sufrir una lesión en alguno de los lugares donde estaba es sinónimo de tener que pedir ayuda al 112, pues no podrían recogeros si no es con material especializado. Tened mucho cuidado siempre y avanzad con calma.
- PERFIL DE LA RUTA -
| Ruta al 100% - Trackeo completo |
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Senderito para calentar.
Aquí más de un cerdo se ha dado un revolcón...
¡Mira esas huellas!
Una imagen preciosa cerca de Bonastre.
Poco antes de abandonar el sendero para comenzar la verdadera aventura.
¿Véis el camino? ¡Hay que hacerlo!
Como aquí, pasando la montaña a través de las piedras.
Al fondo se divisa el Montmell. ¿Hacia donde estaba yendo?
Un ejemplo de descenso por zonas sin caminos. Las piedras sueltas te la pueden jugar.
Esta montaña también la he cruzado, ¡y también sin camino!
Super Seta
¿Rovellones?
Bzzzzz bzzzzz
¡Yo venía de ahí dentro!
La comida de hoy. Pechuga de pavo con champiñones.
Tremendamente cansado, y tremendamente contento. ¡Genial!
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