domingo, 11 de noviembre de 2012

Salida al Montmell


Ayer recibí una llamada telefónica a eso de las 16:00 horas. Era Luis, que tenía un hueco y quería trepar montaña para desestresarse un poco. Engullendo el último pedazo de pan, pues había comido tarde, me cambié a toda velocidad, y es que yo también quería hacer algo de actividad, que desde que he venido de hacer el Camino de Santiago solo salí a correr un día y fue para escupir el catarro que tenía.

Thor se venía, el pobre me vio vestido con todo el atuendo de montaña y en cuanto abrí la puerta ya estaba saltando, de hecho llevaba saltando un rato fuera, es como si lo supiera sin haberme visto siquiera...

El caso es que cogí a Thor, su correa, las llaves del coche y me fuí con él hasta casa de Luis. Una vez allí Luis cogió a su perro, Dos, y nos subimos todos en el todo-terreno. De allí partimos hacia la Bisbal del Penedés y gracias a la buena tracción del coche, y salvo un par de botes a causa de las pistas, subimos sin mayor problema hasta una zona en la que ya había que empezar el ascenso. Lo realmente bueno hubiera sido llegar hasta allí corriendo y luego coronar la montaña, de 862 m, pero lamentablemente eran las cinco y algo cuando llegamos allí y quedaban pocas horas de luz.

Llevaba mis guantes de bici más ligeros porque pensé que igual vendrían bien por el frío, pero al final resultaron más útiles para agarrarme a las rocas y trepar por la montaña, pues el sendero no es exclusivamente para caminar, el ascenso por donde nosotros subimos era más de saltar y agarrarte a las rocas para trepar. A un lado la pared rocosa, al otro el precipicio.

Iba más preocupado por que al perro no le pasase nada y no se cayese que por mi mismo, pero al final ascendimos bien, coronando todos los picos, el de la cruz, el del punto geodésico y el de la construcción derruida. Cuando llegamos al punto geodésico ya se estaba haciendo de noche, y suerte que ambos trajimos nuestros frontales de luz para poder realizar el descenso con ciertas garantías, si no hubiera sido una gran locura.

He podido hacer pocas fotos porque íbamos con prisa a causa de la luz, pero la próxima vez seguro que documentaremos mejor este tipo de salida.

He de decir que conseguimos bajar, pero Thor tuvo un momento de temor y se dio la vuelta y se quería ir hacia arriba nuevamente. Me tocó volver a subir unas rocas y ayudarle a salvar ese obstáculo que no quería pasar. Excepto ese momento todo el descenso fue bien, a oscuras pero bien, y la verdad es que la experiencia me ha gustado e igual me empiezo a apuntar a hacer carreras a oscuras por la montaña, tiene su aliciente...


- PERFIL DE LA RUTA -
| Ruta al 100% - Trackeo completo |


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Luis recogiendo su mochila para empezar el ascenso.

Thor y Dos calentando motores.

La cima, el objetivo.

Vistas a medio ascenso.

Pequeño e ilustrativo ejemplo de la naturaleza de la montaña.

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1 comentario:

  1. Una bonita ruta.
    Estáis un poco chalados, eso de aventurarse a un ascenso cuando empieza a oscurecer y con animales... No lo recomendaría.
    Pero sirve como buen ejemplo de lo que no se debe hacer. jjjjj.
    Salu2

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